¿Conoces el slow living y su estilo de vida increíble?
Este nuevo concepto slow living consta en la práctica de tus actividades con tranquilidad, disfrutando de cada momento con otra filosofía, más pausada, sin estrés ni presiones.
El “slow living” o estilo de vida lento es una corriente cultural que reduce el ruido que tenemos en el día a día.
Este nuevo concepto de “estilo de vida” está retomando importancia entre los adultos jóvenes. El slow living consiste en disfrutar cada segundo que tiene nuestra vida. Remontándonos a disfrutar las cosas sencillas de la vida como leer un libro, detenerse a oler flores, apreciar la naturaleza, dejar por un momento nuestra vida ajetreada y comenzar a disfrutar el presente.
Esta tendencia propone dejar un poco de lado la tecnología para estar realmente en el lugar que te encuentras, es decir, en la actualidad es muy común que las personas envueltas en sus teléfonos inteligentes se muestran muy distraídos por estar hablando, mensajeando o realizando cualquier actividad con su aparato olvidándose completamente del lugar donde se encuentra físicamente, para estar mentalmente en otro lugar.
El término de Slow Living se ha trasladado a la arquitectura, llevando los fundamentos más importantes a la construcción para que las personas realmente puedan vivir de esta manera con espacios optimizados para esto.
Se trata de practicar actividades con calma para disfrutar de cada momento con otra filosofía, más pausada, sin prisas ni agobios.
No te confundas, no somos máquinas, aléjate del “hacer por hacer”. Descubre tu ritmo, síguelo y trabaja a una velocidad constante, pero con pausas sanas, no hagas las cosas de manera automática. Recuerda tomar un tiempo para planificar, organizar y priorizar las tareas. Que una tarea salga detrás de la otra, pero recuerda la importancia del descanso.
Recupera las comidas sin el móvil y sin la televisión. Si puedes, come en compañía de otras personas mientras disfrutas de la interesante platica. Si no tienes compañía, simplemente saborea los alimentos, masticando bien entre bocado y bocado. De esta manera tu cuerpo procesará la señal de saciar tu hambre.
Compensa los picos de trabajo y de obligaciones por actividades por momentos relajantes como el salir a correr, el yoga, la lectura, las manualidades o un viaje en pareja. Busca pasatiempos que te inviten al descanso y la reflexión. Dale a tu mente un respiro y desconexión después de un período de estrés.
¿Has oído hablar del “slow beauty”? Esta práctica nos invita, por ejemplo, a cumplir el ritual diario de limpiar e hidratar bien la cara antes de irnos a dormir. O también a no olvidarnos de beber dos litros de agua al día, a comer las 5 raciones diarias recomendadas de fruta y verdura y a obsequiarnos con un masaje de vez en cuando.
Está comprobado que en los entornos urbanos los niveles de ansiedad y el estrés suben. Es una patología llamada “transtorno por déficit de naturaleza”. Pero podemos frenar este efecto saliendo a pasear por zonas verdes o haciendo ejercicio en entornos naturales. De hecho, el agua y la vegetación son magníficos ejemplos de la slow life.
Slow Living o “Vida Lenta” podría tener un significado diferente para cada persona, la esencia real es disfrutar de cada momento de tu vida, mientras que para unos Slow Living es estar largas mañanas de domingo en la cama para otros bien podría ser despertarse al amanecer y empezar el día en la bicicleta.
Un hogar debería ser el reflejo de nuestros pensamientos, Slow Living trata más de una forma de pensar que de un estilo de vida, esta tendencia aplicada ha acuñado el término de Slow Home.
La arquitectura bajo este concepto trata de, a través de los espacios, entender la vida y de relacionarse con la naturaleza, así como de entenderse uno mismo para vivir en armonía con las personas que te rodean.
El principal factor que hace que una vivienda sea una Slow Home es cómo se ha diseñado y construido.
Hay que prestar especial atención a su impacto en el entorno, por ello se debe edificar en un lugar en el que el no se dañe el medio ambiente. Los materiales y sistemas de construcción también son importantes, deben ser sostenibles y no contaminantes.
El principal factor que hace que una vivienda sea una Slow Home es cómo se ha diseñado y construido.
Hay que prestar especial atención a su impacto en el entorno, por ello se debe edificar en un lugar en el que el no se dañe el medio ambiente. Los materiales y sistemas de construcción también son importantes, deben ser sostenibles y no contaminantes.
Una Slow Home no se centra solo en cómo se ha construido, también influye su interiorismo, cuyo objetivo es crear un espacio para vivir con un ambiente de paz y tranquilidad.
Algunas claves para que el interior de tu hogar sea el de una Slow Home es el de priorizar las necesidades de los inquilinos, evitar los objetos y espacios inútiles, optar por habitaciones amplias y luminosas y apostar por la eficiencia energética.
En lo que a la decoración se refiere, requiere que sus espacios cuenten con la decoración de estilo minimalista, una paleta de colores claros y neutros, plantas naturales y objetos hechos a mano, reciclados, reutilizados o poniendo en práctica el upcycling design.
Este estilo busca crear espacios con mucha vida. Emplea materiales naturales (madera, mármol,piedra,etc) e introduce plantas en el interior de la casa para conectar con la naturaleza y llenar de energía positiva el hogar.
Busca la adecuada orientación de la vivienda. Las ventanas deben de recibir la suficiente luz solar para iluminar el interior y permitir la adecuada renovación del aire y de esta forma garantizar su calidad. Aprovecha la ventilación cruzada y la radiación del sol para facilitar la refrigeración y la calefacción natural. Este diseño ayuda a reducir las emisiones de consumo de energía aprovechando las fuentes naturales. Utiliza los espacios diáfanos conectados con el exterior y los tonos neutros para crear un interior más armonioso y confortable.
Estas son las claves de una Slow Home, y en iBrokers te animamos a que pongas en práctica aquellas que estén en tu mano. Da comienzo a una Slow Life llena de armonía y cuidado por el medio ambiente.
Owning a home is a keystone of wealth… both financial affluence and emotional security.
Suze Orman